El comercio ilegal es una importante causa de la
progresiva reducción de las poblaciones de la tortuga argentina (Chelonoidis
chilensis).
Actualmente, las tortugas se han convertido en una de las
mascotas más demandadas, debido a su pequeño tamaño, a los pocos cuidados que
exigen y a la gran resistencia que poseen. Lamentablemente, estas
particularidades no hacen más que prolongar la lenta agonía que la mayoría de
las tortugas sufre durante su cautiverio.
Tanto las normas internacionales como las nacionales
incluyen, además de la Chelonoidis chilensis, otras dos especies de
tortugas terrestres de zonas áridas de la Argentina.
En el Anexo II del Convenio Internacional de Especies
Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (CITES), determina la imposición de
restricciones y controles de su comercio.
A nivel nacional, las tortugas están protegidas por
diferentes leyes y reglamentaciones para su protección, entre ellas podemos citar, la Ley Nacional 22.241 y su Decreto Reglamentario 666/97 sobre conservación de fauna silvestre.
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